TOMA DE MUESTRAS DE AGUAS PARA ANALISIS MICROBIOLOGICOS



1. Objetivo
2. Ambito de aplicación
3. Material
4. Técnica de muestreo
5. Volumen de la muestra
6. Cerrado y precintado
7. Rotulación
8. Acondicionamiento y conservación
9. Precauciones especiales


1. Objetivo

Es obtener una muestra representativa del agua para poder determinar a partir de ella su calidad microbiológica de interés sanitario.
La toma de muestras debe respetar, por consiguiente la composición microbiológica del agua captada.


2. Ambito de aplicación

Estas normas se aplicarán a todos los tipos de aguas, cualquiera que sea su procedencia, ya sean de grifos, pozos, depósitos, lagos, ríos, manantiales, bocas de riego, etc.

Tipos de muestras:
En el caso de análisis microbiológicos de aguas, la muestra para analizar debe ser siempre simple, sin que se puedan obtener muestras compuestas ni integradas, de modo que la muestra para el laboratorio sea la obtenida en el punto de muestreo.


3. Material

Exceptuando el material o aparatos específicos que puedan utilizarse para determinadas tomas especiales, los frascos más adecuados son los de vidrio neutro con tapón esmerilado o roscado, muy limpios y esterilizados en autoclave a 120ºC durante treinta minutos o en horno de Pasteur a 180ºC durante dos horas.

También pueden utilizarse frascos de material macromolecular con tapón roscado, esterilizados mediante etileno óxido, radiaciones gamma u otros sistemas adecuados. El tapón y el cuello del frasco se protegerán con una cubierta de papel, papel de aluminio u otro similar.

Los recipientes empleados han de tener una capacidad mínima de 250 ml, si bien es útil disponer de otros de mayor capacidad cuando la técnica analítica así lo exija.


4. Técnica de muestreo

Las operaciones que comporta la toma de muestras varían según la naturaleza del agua a analizar y el punto de muestreo elegido.

Grifos

Una vez retirados filtros u otros accesorios se procederá a una cuidadosa limpieza con agua o alcohol.

Con el grifo cerrado se flameará el extremo del mismo, mediante la llama obtenida con un poco de algodón empapado de alcohol y sostenido con unas pinzas o bien una lámpara de soldar.

Se abrirá el grifo para que el agua fluya abundantemente y se renueve la contenida en la tubería que la alimenta. Se destapará el frasco esterilizado sin tocar la boca del mismo ni el interior del tapón.

Todos los movimientos deberán realizarse sin interrupciones, al abrigo de corrientes de aire y con las máximas precauciones de asepsia.

Pozos y depósitos

Si se dispone de bomba de captación se opera como se ha indicado en el caso del grifo.
Si no existe sistema de bombeo, no es posible obtener una muestra representativa.

Con esta salvedad se introducirá en la masa de agua el frasco de muestreo o un cubo lo más limpio posible, sostenidos con una cuerda y tomando la muestra tras haber agitado la superficie del agua con el mismo recipiente.

También podrán utilizarse aparatos especiales lastrados que permiten introducir el frasco esterilizado y destaparlo a la profundidad deseada. En estos casos deberán utilizarse frascos con tapón a presión.

Lagos, ríos

En ríos o cursos de agua será preciso considerar diversos factores, tales como: profundidad, caudal, distancia a la orilla, etc. La muestra se tomará lo más lejos posible de la orilla, procurando no remover el fondo y evitando los remansos o zonas de estancamiento.

Para tomar una muestra del agua de un lago o de un río se sujetará el frasco por el fondo en posición invertida, sumergiéndolo completamente y dándole la vuelta en sentido contrario a la corriente (río) o desplazándolo horizontalmente en la dirección de la boca del frasco (lago).



Manantiales

En manantiales naturales, o fuentes de caudal continuo, sin dispositivos de intermitencia, se tomará la muestra directamente sin adoptar medidas especiales de drenaje.

Bocas de riego

Para el muestreo en bocas de riego se utilizarán acoplamientos especiales que permitan operar como en el caso de un grifo.




En todos los casos la muestra de agua no deberá llenar totalmente el frasco, siendo necesario dejar un espacio interior a fin de facilitar su homogenización en el momento de iniciar los análisis.


5. Volumen de la muestra

El volumen a tomar debe ser el adecuado paraque en una sola muestra se puedan efectuar simultáneamente la totalidad de los análisis microbiológicos y estará en función de la técnica analítica a utilizar.
Para los análisis que utilicen la técnica del NMP se tomarán, como mínimo, 250 ml y para los que empleen la de membranas filtrantes, como mínimo, 500 ml.


6. Cerrado y precintado

Las muestras se cerrarán convenientemente y se precintarán, en su caso, de formas que quede garantizada su inviolabilidad.


7. Rotulación

Antes de la toma de la muestra se marcará el frasco mediante rotulador resistente al agua, con una referencia que permita su identificación. En todo caso la muestra se acompañará de una ficha o etiqueta en la que se consignen los datos necesarios que, como mínimo, serán los siguientes:

Datos del solicitante:

Nombre de la persona o Entidad y dirección completa.

Datos del agua:

Origen de la muestra (pozo, manantial, grifo, cisterna, río, etcétera). Denominación y/o referencia.
Dirección o emplazamiento exactos, término municipal y provincia.
Fecha y hora de la captación.

Otros datos:

Consignar si el agua es natural o está sometida a algún tratamiento de depuración (cloro, filtración, carbón activo, etc.). Identificación de la persona que ha tomado la muestra.



8. Acondicionamiento y conservación

Una vez tomada la muestra se acondicionará de modo que quede en la oscuridad, debiendo remitirse cuanto antes al laboratorio. Es conveniente iniciar el análisis antes de que transcurran seis horas desde la toma de la muestra.
Sin embargo, podrá demorarse su análisis hasta veinticuatro horas cuando haya sido conservada en refrigeración a ± 4ºC (±2ºC).


9. Precauciones especiales

Cuando se estime probable que el agua a analizar contenga trazas de cloro, cloraminas u ozono, será necesario neutralizar su efecto bactericida en el momento del muestreo.
Para ello, antes de la esterilización del frasco, se le añadirá una cantidad suficiente de sodio tiosulfato.
Para un volumen de 250 ml son suficientes 0,2 ml de una solución acuosa al 3% de sodio tiosulfato 5-hidrato (S2O3Na2.5H2O).
Esta solución puede añadirse sistemáticamente a todos los frascos, ya que en caso de que el agua no contenga cloro, la presencia de tiosulfato a estas concentraciones no posee efectos nocivos sobre el contenido bacteriano del agua.